Arpías. Monasterio de Silos |
Mientras se desarrollaba la Edad Media y también se iba poniendo en funcionamiento el orden socio-económico llamado feudalismo, surge un nuevo principio regulador que va a
englobar todos los ámbitos sociales
que
puedan existir: Dios. Esta nueva idea se va a establecer como una idea esencial para explicar las diferentes representaciones artísticas que se elaboran en este período.
Todas las formas arquitectónicas, escultóricas y pictóricas se ponen al servicio de
este Dios, intentando enseñar a los indoctos cuáles son las maneras correctas de vivir y
de rendir culto a Dios. Así, en los siglos plenomedievales las representaciones artísticas responden a la concepción metafísica del mundo sensible, buscando que lo
figurativo
tuviese una lectura basada en la búsqueda de la divinidad.
Aunque estas leyes cambiaron en el Gótico, cuando florece el interés de
los artistas por representaciones de
lo experimental y lo individual, algunos aspectos pertenecientes al arte y a la temática permanecieron sin cambios.
Éste es
el caso de las representaciones animales que aparecen durante la Plena y Baja Edad Media tanto en la pintura como en la escultura. Incluso se creó un tipo de literatura, los bestiarios, donde se exponían las cualidades físicas, ya fuesen reales o
imaginarias, y
las cualidades "morales", provenientes de toda la fauna y de seres fantásticos.
Ilustración medieval de un gladius |
De este modo, todas las imágenes animales se representan junto con episodios del Antiguo y Nuevo Testamento y simplemente con un único fin:
adoctrinar en los principios morales y religiosos. Con todo esto, nace el símbolo. A través de animales fantásticos se buscaban modos de simbolizarlos y
un
afán por aumentar la curiosidad de los hombres hacia estas representaciones. Algunos animales son despojados de sus características biológicas y otros tantos pierden sus sentidos paganos y
se convierten en representaciones espiritualizadas, mostrando a Cristo o a los santos.
En
estas representaciones de animales los que se encuentran en el medio acuático
suelen transmitir símbolos positivos (peces y anfibios), ya sea por la
tradición judeocristiana de representar a Jesús mediante un pez
o a través
de la imagen de
éste como "pescador de almas". Pero también aparecen con rasgos paganizantes simbolizando la fertilidad.
En el caso de las ranas, aparecen en muchos elementos religiosos, debido probablemente a la
importancia como defensoras de las cosechas frente a las plagas de insectos. En cambio, el sapo se muestra como negativo, apareciendo algunas veces de
las bocas de
los condenados.
Los reptiles se muestran como los más negativos de todos, debido al desconocimiento de estos animales por parte del hombre medieval. Destaca como animal más significativo la
serpiente, que se muestra como una alegoría del renacimiento y de la curación en el ámbito pagano debido al cambio anual de
su piel, pero en el cristianismo se reencarna en el mal, en forma de
Satanás. Son numerosas las imágenes de cocodrilos aunque era inexistente en la
Europa medieval, estaba asociado comúnmente al dragón.
Las
aves mantuvieron su condición positiva que habían recibido de las culturas anteriores. Símbolos del
alma que se propaga por el mundo material y se eleva a la
inmensidad del
cielo, tiene a la
paloma como figura destacable en las representaciones. Aparece como mensajera de
Dios en el diluvio, símbolo de la castidad de
María y encarnación
del Espíritu Santo. El cisne también aparece como símbolo de la pureza y de la castidad, debido a su color blanco.
Ilustración medieval de un cuervo |
En la representación negativa se muestran a los córvidos y a las rapaces nocturnas. El cuervo, debido a su alimentación y a su color negro, adquirió una marca fúnebre y fue el animal que representaba los malos presagios. Búhos, lechuzas, cuervos, pasaron de representan la sabiduría a convertirse en aves de
mal agüero y portadores de la muerte.
Y por último,
nos encontramos con el grupo de animales más heterogéneo: los mamíferos. El cordero simbolizado como Cristo y negativamente como imagen del diablo; el caballo se muestra noble y
con lealtad en cuanto al ámbito positivo y
se contrapone al asno representado con una imagen de pereza e infidelidad; el buey símbolo de
San Mateo y protagonista en el nacimiento de
Cristo, se contrapone al toro, el cuál representa el desenfreno sexual; el perro encarna la positividad gracias a su lealtad hacia el amo, mientras que el lobo reencarna la astucia con fines malignos.
Los felinos, como el león, se muestra como símbolo de San Marcos y del propio
Cristo, pero también muestra una serie de imágenes negativas debido a su fiereza y su actitud colérica. Otro de los felinos importantes es
la pantera, que se decía que su aliento exhalaba una maravillosa
fragancia. Estos dos animales se contraponían al tigre, que simbolizaba al diablo y
al hombre lujurioso.
Aparece una gran variedad de imágenes románicas y góticas correspondientes a animales fantásticos. De la misma manera que los demás animales terrenos, las arpías, centauros, sirenas, grifos, unicornios y dragones mantuvieron atributos positivos
y negativos.
Daniel Velasco García
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