jueves, 28 de agosto de 2014

EJÉRCITOS INVENCIBLES II: Legionarios

Los legionarios fueron un gran cuerpo militar que predominó, mayoritariamente, durante la república e imperio de Roma y que le dio a esta ciudad un gran prestigio.

En el periodo monárquico, el rey Servio Tulio llevó a cabo un censo de población para distribuir a los varones adultos en una categoría militar en función de sus rentas, mientras que durante la época de la república, los legionarios se dedicaron a ayudar a sus aliados.
Será con la llegada de la época imperial, cuando se expandan sus dominios y las legiones sean conocidas y temidas por todos los pueblos. Pero las legiones de Roma no solo servían como un instrumento de conquista, sino también como un medio de promoción social.
A la hora de convocarles para la batalla, los que poseían mayores rentas pasaban a formar parte de la infantería pesada o la caballería, mientras que quienes tenían bajas rentas eran parte de la infantería ligera. Los reclutas, a su vez se dividían en centurias, las cuales eran la base de la organización del ejército romano. La centuria solía constar de 60 u 80 hombres según la época en cuestión.

El ejército romano adopto tácticas que le dieron prestigio a Alejandro Magno, como es el caso de la formación tortuga. Dicha institución también se caracterizó por una buena organización, así como una tecnología militar superior a la de sus adversarios.
A fines de la república, el ejército romano se profesionalizó y los soldados comenzaron a percibir una remuneración económica por sus servicios.

legionario

Pero, ¿cuál era su equipamiento? El equipamiento de un soldado romano, en general, consistía en lo siguiente: en primer lugar, un yelmo al estilo gálico, que incluía protección para mejillas y frente, así como una cubrenuca profunda. En caso de que fuera un oficial del ejército, también podía llevar una crin de caballo dispuesta transversalmente.
En segundo lugar la famosa espada gladius, la cual se colocaba a la derecha, excepto en los legionarios o los oficiales que la portaban a la izquierda.
En tercer lugar, la cota de malla, elaborada a base de escamas de bronce y hierro superpuestas y con gran flexibilidad para ajustarse al cuerpo del soldado.

Y por último, las sandalias que podían incluir clavos de hierro para evitar resbalones. En las zonas frías, las sandalias eran sustituidas por botas.
Aunque no hay que olvidar, que a este equipamiento hay que sumarle la lanza (pilum) y el escudo romano de forma rectangular (scutum).

A los legionarios se les daba una rigurosa instrucción, y una vez acabada esta quedaban encuadrados en una centuria y bajo el mando del centurión. Las tropas, en tiempos de paz, se encontraban en el cuartel, el cual ocupaba, aproximadamente, veinte o veinticinco hectáreas y ubicados en posiciones estratégicas. Las tareas de los soldados empezaban con la llamada a la formación y el pase de revista a las tropas. Posteriormente, cada grupo de soldados, tenían unas funciones asignadas como tareas de acantonamiento (vigilancia), entrenamiento o enseñanza, así como tareas culinarias, pues hacían dos comidas al día.

El ejército romano tendrá diversas modificaciones, preferentemente durante la época imperial, pues durante la república no se destinaba ninguna compensación al ejército. Esta es una posible causa del fracaso de la república. Se sabe que el imperio poseía entre veinticinco y treinta legiones en su época de mayor esplendor.

El ejército romano ha pasado a la historia como un gran legado, influyendo en diversos pueblos, los cuales le tendrán como modelo a seguir.

Manuel Carreira Hernández




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